Físico teórico escocés Es descendiente de una antigua familia escocesa, en 1850, ingresó a la universidad de Cambridge como alumno privado de William Hopkins, el instructor matemático más hábil de su tiempo. En 1856 fue nombrado en la cátedra de filosofía natural en Marichal College en Aberdeen, donde combinó sus clases con investigaciones sobre la electricidad.
En esa época dedicó más de 2 años a participar en un concurso convocado por la Universidad de Cambridge sobre el tema de los anillos de Saturno: ¿Eran sólidos o fluidos? ¿Consistían en masas de materia “no coherentes mutuamente”? Maxwell demostró, en un brillante ensayo de 68 páginas, que la única estructura estable era la constituida por partículas inconexas; si fueran sólidos, el efecto de las mareas del enorme planeta terminaría por destruirlos. Su artículo ganó el premio y lo situó en la vanguardia de los físicos matemáticos de su tiempo.
Estudió las propiedades de los gases desde un punto de vista matemático y desarrolló la teoría cinética de los gases, al mismo tiempo que el físico Ludwig Boltzmann, pero trabajando por separado. Su teoría trata los gases como si fueran grandes conjuntos de moléculas en incesante y desordenado movimiento, chocando entre ellas y las paredes del recipiente que las contiene. La temperatura del gas se relaciona con el grado de agitación y su presión se atribuye al continuo bombardeo de las paredes del recipiente. El calor podría interpretarse entonces como movimientos producidos al azar; ya sea moviéndose en el espacio, vibrando o girando, efectuados por los átomos y las moléculas.
A partir de las relaciones encontradas por Faraday entre la luz, el magnetismo y la electricidad, y de su hallazgo de los campos magnéticos, Maxwell formuló 4 ecuaciones que describían todo el comportamiento de la electricidad y el magnetismo. Probó entonces que ambos fenómenos eran parte de una sola interacción electromagnética.
Confirmó además que, al producirse vibraciones en el campo electromagnético, se originan ondulaciones que se desplazan a la velocidad de la luz. Cuando la vibración tiene la velocidad adecuada se crea la luz, de modo que esta puede ser considerada como un ejemplo de radiación electromagnética. Pero dependiendo de la velocidad de la vibración, las ondas generadas pueden ser visibles o invisibles (infrarrojas o ultravioletas) es decir, que existe un espectro electromagnético en el que la luz visible apenas ocupa un pequeño sector.
La teoría electromagnética de la luz fue comprobada experimentalmente y 10 años después de la muerte del científico escocés, Hertz consiguió crear ondas de radio gracias a sus formulaciones.
La obra clásica de Maxwell, Materia y Movimiento, fue publicada en 1866.
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