La radiación electromagnética está formada por campos eléctricos y magnéticos que cambian rápidamente. En cada punto a lo largo de la onda existe un campo magnético y uno eléctrico. Cada uno se encuentra en ángulo recto a la dirección del movimiento de la onda.
A lo largo de la onda cada campo sube y baja en potencia. La distancia entre una cresta y la próxima, tanto en el campo eléctrico como magnético, es la longitud de onda de la radiación. El número de crestas que pasan cada segundo le otorga su frecuencia a la onda, la cual se mide en Hertz (Hz) o ciclos por segundo.
Generalmente los campos varían en dirección pero siempre permanecen en ángulo recto con respecto a la dirección de la radiación.
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